Un infante de 90 años se sienta a escribir sus memorias, impulsado por el creciente avance del Alzheimer, y nos regala este maravilloso cuadro de una vida y una época marcadas por el florecimiento de lo inimaginable. La mirada de Ramón R. Rosales recorre los albores de la Cuba republicana, los barrios de La Habana difunta -e incluso dedica algún espacio a Tampa, la segunda ciudad de los cubanos en la Florida, Estados Unidos-, desde una perspectiva entrañablemente familiar, que llena de gracia y frescura las viñetas que conforman este libro. Quien lo lea no lo olvidará jamás. —————————— Ilustrado por Asahel Rosales