La formación de profesores debe nutrirse de los principios de la educación como derecho humano, como deber social, sustentada en el respeto a las diversas corrientes del pensamiento y, en gran medida, en los productos culturales, para protagonizar en la escuela un acto pedagógico orientado al intercambio de experiencias que posibiliten la interacción del individuo con su entorno y configuren la capacidad de crear significado interpretativo de la vida y del mundo. La inexistencia de políticas formativas claras, la tendencia de los docentes a asumir como ajeno el problema de la formación, las condiciones estructurales de las universidades, las deficiencias del currículo (específicamente la concepción, pertinencia, calidad, vigencia y flexibilidad en su administración), el predominio de la docencia sobre la investigación y la extensión, así como el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación; afectan el trabajo curricular y constituyen el propósito del presente texto sobre los argumentos teóricos que subyacen a los cambios curriculares para la formación de docentes en la universidad venezolana, específicamente en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.