La tierra ha sido invadida por una raza desconocida, llegada de allende los mares. Desprovistos de escrúpulos, infinitamente crueles, integristas en lo religioso, ambiciosos más allá de todo límite, artistas en el arte de la felonía y equipados con poderosas armas de tecnología desconocida, los invasores barren con los ejércitos de la humanidad. Uno a uno caen los grandes imperios. Todo parece perdido. Pero en el fin del mundo habita un pueblo que nunca ha sido sometido por ningún imperio y que está acostumbrado a levantarse una y otra vez luego de las más terribles catástrofes naturales. Su gente descubre cómo vencer a los extranjeros y se levanta en armas, obteniendo importantes victorias. Los invasores recurren entonces a las armas biológicas: terribles pestes seguidas de las peores hambrunas que la memoria recuerde terminan con nueve de cada diez seres humanos. La derrota parece definitiva, pero en las faldas del volcán donde moran los espíritus de los ancestros, una mujer, Janequeo convoca a los guerreros sobrevivientes y forma con ellos un nuevo ejército. Y el año de 1585 la humanidad se pone una vez más en marcha