La columna vertebral de este libro que transita desde el Currículo Nacional hasta la Ley Orgánica de Educación es la Didáctica Crítica. Para el autor ésta es una propuesta de aprendizaje en la cual estudiantes y docentes cuestionan y desafían la dominación y las creencias y prácticas que la generan. En otras palabras, es una teoría y práctica (praxis) en la que estudiantes y docentes alcanzan una conciencia crítica. En esta tradición, los maestros trabajan para guiar a los estudiantes a cuestionar las teorías y las prácticas consideradas como represivas (incluyendo aquellas que se dan en la propia escuela), animando a generar respuestas liberadoras tanto a nivel individual como colectivo, las cuales ocasionen cambios en sus actuales condiciones de vida. A menudo cada estudiante inicia cuestionándose a sí mismo como miembro de un grupo o proceso social (incluyendo religión, identidad nacional, normas culturales o roles establecidos). Después de alcanzar un punto de revelación, en el que empieza a ver a su sociedad como algo profundamente imperfecto, se le alienta a compartir este conocimiento en un intento de cambiar la naturaleza opresiva de la sociedad.