El punto de punto de partida para entender cómo se producen las desigualdades educativas y sociales en el acceso a la educación superior es el análisis de los procesos de ingreso a la luz de las teorías que explican las diferencias en el perfil de los estudiantes. Las universidades públicas por lo general aplican un examen estandarizado de saberes cognitivos para seleccionar a sus estudiantes; además, les brindan una libertad relativa para decidir qué carrera estudiar, entre una variedad de opciones disponibles. Ambos elementos del acceso definen las oportunidades objetivas y subjetivas de los estudiantes al solicitar ingresar a una carrera profesional. El objetivo del trabajo es analizar, a la luz de estudios recientes, si el nivel de logro académico de los aspirantes a una universidad depende de su perfil socioeconómico, cultural, escolar y familiar, así como establecer si este último condiciona el tipo de carrera que ellos eligen -acorde con las teorías de la acción racional-. De sostener estas hipótesis, la oportunidad de acceso resulta ser una construcción sociocultural que se reconfigura mediante las decisiones escolares de los estudiantes que impactan su futuro ocupacional.