Publicada en 1919, pero no representada hasta 1933, Divinas Palabras supone, dentro de la obra de Ramón del Valle-Inclán (1866-1936), un jalón decisivo en su incorporación a la literatura puntera del siglo XX, así como en la madurez de modos de expresión y métodos (como el distanciamiento) que acabarían culminando en su gran creación: el esperpento. Escrita más para ser leída que representada, esta «Tragicomedia de aldea» se sitúa en una Galicia rural detenida en el tiempo, poblada de desvalidos, romeros y mendigos, en la que estalla lo peor de la condición humana y sobre la que se alza finalmente, a modo de extemporánea y rústica Salomé, la figura rítmica e impetuosa de Mari-Gaila. Edición de Rosario Mascato Rey