En Dramaturgas cubanas del siglo XIX, sus autores rescatan un tema poco tratado en la literatura cubana: la mujer en el género teatral. Son cinco autoras, conocidas por sus aportes en la poesía, la novela y el periodismo en los finales del siglo XIX y principios del XX en Cuba; pero con escaso reconocimiento enlas artes escénicas.Algunas de estas escritoras han sido estudiadas como prosistas o poetas, olvidándose así el teatro. Esta desatención puede justificarse a través de dos hechos: el escaso cultivo del drama por parte de las escritoras y la dificultad de hallar las piezas. No obstante, vale la pena acercarse a esas últimas, pues muestran importantes preocupaciones sociales, dígase: la educación, la familia, las clases sociales, el matrimonio, el racismo, la emigración, la mujer y su papel en la sociedad. El principal mérito de estas autoras es haber roto con el canon de lo que se consideraba la literatura femenina del momento, es decir: poesía amorosa, demasiado lírica o edulcorada. Para la mujer se reservaba el espacio privado, el hogar, la familia o bien, la vida religiosa en el encierro de un convento. Su honra constituía para ella el mayor tesoro y debía preservarlo a toda costa. Los temas filosóficos, políticos, sociales, eran reservados para el hombre. La mujer veía constreñido su intelecto. A pesar de ello, como vemos en este caso, un grupo de osadas damas escapan al estereotipo y someten a cuestionamiento la realidad cotidiana.