Lo público se entiende como lo común, libre, general y de todos; como lo manifiesto, visible, abierto, ilimitado, irrestricto, accesible, notorio, patente, y que lo pueden y deben ver, oír, saber y utilizar todos. Lo público se vincula con aquello que debe ser transparente y susceptible de ser vigilado. A lo público se asocia un carácter comunitario y plural, no apropiable bajo criterios privados. En este sentido es que lo público sólo se puede constituir en, con y para el público. Es, por lo tanto, publicitable y valioso para una comunidad. En circunstancias históricas como las actuales lo público tiende a re/configurarse producto de las transformaciones estructurales. Sin embargo, este no es un proceso alejado de los conflictos. De donde resulta que no hay un sólo sentido de lo que debe entenderse por lo público. La disputa por el significado de lo público y lo ciudadano, a él asociado,se desarrolla en dos escenarios: la calle y los medios de comunicación, particularmente la televisión. Los agentes en esta lucha son los monopolios de medios y los movimientos sociales. En este trabajo se a cuenta de esta batalla y sus resultados parciales.Las batallas definitivas apenas vienen.