En la época de las cavernas, el hombre asumía grandes riesgos al momento de conseguir su alimento, su permanencia en este mundo dependía, día con día, de su audacia para enfrentar el riesgo y salir vivo de tal enfrentamiento. Esto ha seguido inalterable a través de los tiempos. Podríamos decir, sin argumentar más, que el gran motor del avance global de la humanidad se lo debemos a las necesidades que nos han obligado a enfrentar diversos tipos de riesgos y a la capacidad del hombre para sortearlos con éxito. El presente escrito propone una metodología novedosa para la evaluación del riesgo. Emplea la lógica difusa para general una matriz de riesgos a partir de una sofisticada técnica que ofrece la mejora continua de la evaluación. Este trabajo le dio al autor una mención honorífica al momento de presentarlo para obtener el grado de Maestro en Ingeniería y administración industrial.