Protagonistas femeninos, camellos, la parca escenografía del desierto. Es todo lo que el autor necesita para construir una magnífica novela, merecida ganadora del premio de narrativa del Ministerio de Educación y Cultura de su país de nacimiento. Guiadas por su oficio de astrólogas y las (in)certidumbres que el desierto impone, tres mujeres se lanzan a una travesía que no tiene otro objeto que la confirmación de una certeza ya sabida, porque el destino es un relato escrito desde siempre.