Identificar los componentes de los sistemas de lubricación y refrigeración. Entender el funcionamiento de ambos sistemas, así como analizar su comportamiento. Diagnosticar las distintas partes de las que se compone el circuito y detectar anomalías. Reparar los defectos encontrados. Conocer la normativa existente, tanto desde el punto de vista analítico como medioambiental.