Aunque se han realizado muchas investigaciones sobre la historia de los descubrimientos geográficos, esta rama de ciencia se parece a un océano infinito. En su obra hay muchas novedades y pretensiones serias sobre el descubrimiento de Brasil. El autor concretamente delata que este territorio se había descubierto no por Pedro Álvares Cabral en 1500, sino por Duarte Pacheco Pereira en el primer trimestre de 1494. Los portugueses ganaron el beneficio de los resultados del viaje de Pereira después del tratado de Tordesillas (1494) y ellos engañaron al personal de los representantes españoles mediante el papa Alejandro Borja VI y lograron arrastrar la línea de democración a 370 leguas de las islas de Cabo Verde para la parte de poniente.