La emigración canaria a Cuba fue cuantiosa y sostenida, tanto que puede considerarse una de sus principales raíces culturales y etnográficas. Hoy no es raro el canario que tiene familiares en Cuba, y menos raro el cubano que lleva un apellido guanche. Porque los descendientes de aquellos emigrantes canarios poco tardaron en considerarse cubanos de pura cepa. En lugar de llegar como colonos o soldados, los isleños, como se los conoce en Cuba, lo hicieron como mano de obra para las plantaciones de tabaco y de caña de azúcar. Los pobladores de Cuba de origen canario llevaron también consigo sus devociones tradicionales. Es interesante el detalle de que los canarios se asentaban preferentemente en las zonas rurales y no en las zonas urbanas donde predominaba la emigración peninsular, de aquí se desprende que las influencias económicas y socioculturales canarias se vean más en las zonas rurales y en la cultura campesina en Cuba. En la parte central de la Isla, donde la presencia de ríos es característica, estos labriegos, fomentaron en pequeñas parcelas o vegas naturales a la vera de los ríos, la siembra de la planta de tabaco, de ahí el apelativo de vegueros ‘isleños’ a los canarios.