Si el primer viaje de Ramón del Valle-Inclán (1866-1936) a México en su juventud definió su vocación literaria, el segundo que hizo allí ya en 1921, siendo escritor consagrado, por invitación del Presidente Obregón con motivo del centenario de la independencia del país, resultó decisivo al representar la semilla de Tirano Banderas (1926), novela en la que culmina el proceso de renovación iniciado por La Media Noche y que lo sitúa entre los grandes novelistas del siglo XX. La obra, que relata el fin de la dictadura de Santos Banderas (localizada en el imaginario país de Santa Fe de Tierra Firme) con un lenguaje que recrea el español de América en una síntesis personal y deslumbrante, es asimismo la madre del subgénero conocido como novela de dictador, cultivado luego con fortuna por autores tan significativos como Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa entre otros. Edición de Margarita Santos Zas