Construir una teoría de la Educación Popular teniendo en cuenta los antecedentes históricos latinoamericanos implica no solo tratar de llegar a determinados conceptos sobre ella, sino, principalmente, emprender procesos de sistematización de las experiencias realizadas durante el pasado y el presente en nuestros contextos nacionales y regionales. Además sería necesario sopesar los aportes teóricos surgidos en dichos contextos. La Educación Popular a utilizar en un proyecto debe caracterizarse por ser coherente o sea, lograr una correspondencia entre los objetivos propuestos y la forma de cumplimentarlos. Es participativa pues las/los integrantes de un proyecto son las/los que deciden el rumbo del proceso educativo; defiende la contextualización como vía de hacer en cada contexto lo que allí se requiere de acuerdo a sus necesidades, características, posibilidades y tradición histórica y es humanista por asumir a las mujeres y los hombres con sus múltiples formas de pensar, sentir y hacer, penas y alegrías, como el centro del proceso de cambio, acepta a sus miembros tal y como son, respetando al diferente. Estos argumentos sintetizan la experiencia cubana de Educación Popular.