Hace más de diez mil millones de años que estallaron las primeras estrellas, esparciendo, por todo el Universo, átomos diferentes a los de hidrógeno y helio. De los restos de esas explosiones, varios miles de millones de años después, se formarían el Sol y todos los astros que, con él, forman el Sistema Solar. Un largo camino nos separa de esos acontecimientos; átomos de carbono y de otros elementos ligeros fueron formando estructuras cada vez más complejas que, posteriormente, llegarían a ser capaces de autorreproducirse. Luego, esos ya complejos organismos evolucionaron, y continúan haciéndolo. Mejor dicho, continuamos evolucionando. Aunque nuestra memoria no llega más allá de unos pocos miles de años, tuvimos tiempo para sentir, pensar, hablar e interrogarnos sobre nuestro origen. Organizando nuestros conocimientos, le dimos el nombre de astronomía al conjunto de los mismos referidos a los astros. De esto trata este libro, de las múltiples conexiones por las que estamos unidos al resto del Universo y cómo fue evolucionando nuestro conocimiento en este sentido.