Una mujer fuerte y aguerrida, enamorada de un hombre de origen extranjero, ve truncada su felicidad cuando decide ir a vivir con su esposo a su país , Perú, a su ciudad de origen, donde convivió con su familia política y conoció el entorno social de su esposo. Pronto de aquella unión nació su hija, a la que pusieron el nombre de Marilyn y más tarde nació su hijo, al que pusieron el mismo nombre que a su padre, Gustavo. La madre no podía cubrir las necesidades básicas de sus hijos, los alimentos escaseaban, la vivienda en la que residían era lóbrega, además el esposo llevaba una doble vida, ya que tenía otra mujer a la que colmaba de atenciones y regalos. El marido la en- gañaba cuando le decía que iba a trabajar, pue donde iba realmente era a ver a su amante. En esa época empezó un verdadero calvario para esta madre, su esposo la insultaba, la menospreciaba e incluso le propinaba palizas. Cuando esta mujer descubrió que su esposo esta- ba con otra mujer, se enfadó mucho y decidió pedir ayuda al cónsul de Brasil, una ayuda que le fue denegada. Las palizas continuaban y temiendo por su vida se vio en la obligación de huir, y con todo el dolor de su alma abandonar a sus dos hijos de corta edad, por temor de que aquel hombre llegase algún día a matarla. Definitivamente el amor que le hizo seguir a su esposo se acabó y decidió emigrar al país vecino de México, para acabar recalando en la ciudad de Miami. Posteriormente, se trasladó hasta Italia, donde llego a nacionalizarse y más tarde se marchó a Suiza al cantón helvético, donde se habla ital- iano. Después de 17 años yendo de país en país, esta madre decidió comenzar la búsqueda de sus dos hijos, sentía la necesidad de decirles la verdad de lo que había sucedido y saber cómo estaban. Qué vida estarían llevando, pues no se fiaba del padre de sus hijos. Ninguno de sus hijos pudo estudiar y vivían atemorizados conviviendo con una madrastra y haciéndoles creer que era su verdadera madre. Después de estos 17 años de angustia y sufrimiento, la madre heroica vio a sus hijos en un programa de la televisión y consiguió que Gustavo, su hijo, viajase hasta España para poderse encontrar. Su angustia seguía latente al pensar que su hija se había quedado con su maltratador. Unos me- ses más tarde la madre pudo hablar con su hija Marilyn y le propuso que su hermano y ella se fuesen a vivir a Suiza con ella. ¿Se marcharon con ella o no? ¿Qué decidieron hacer sus dos hijos?