La violencia sexual supone una grave amenaza para la integridad física y psicológica de la mujer, además de un atentado contra su libertad y expresión sexual. Si bien hemos avanzado en el trato y atención que estas mujeres reciben, en algunas ocasiones pueden verse inmersas en duros encuentros con el sistema: Policía, Servicios de Salud, Sistema Judicial, y Servicios de Atención a la víctima. Por ello, en el presente trabajo, se consideró primordial que fueran ellas las protagonistas, contribuyendo a un conocimiento más real de sus necesidades y demandas, mejorando así su paso por dicho sistema, en un intento de darles la oportunidad de sentirse escuchadas sin ningún tipo de prejuicio.