El ser humano ha desarrollado a lo largo de los últimos siglos unos hábitos alimenticios que se alejan de su verdadera naturaleza. Los humanos primitivos dedicaban gran parte del día al descanso y la caza, y su fisiología les permitía reducir a una o dos las comidas diarias. A nivel fisiológico, comer menos veces al día y en un intervalo definido, de entre 8 y 10 horas, permite al organismo aprender a recurrir de sus reservas de grasa corporal para obtener energía, además de dar horas de descanso al sistema digestivo e inmunitario, mejorando nuestras defensas y ayudando a las células a regenerarse. Esta guía resume de forma sencilla cómo poner en práctica el ayuno intermitente de forma saludable. Seguido por importantes deportistas de elite, el método ha demostrado, a nivel científico, la mejora en las condiciones de salud de las personas que adoptan este nuevo modo de alimentarse, además de conseguir regularizar el peso corporal y potenciar las capacidades del organismo.